Reseña histórica
del Electromagnetismo
El electromagnetismo tuvo su origen en el invento de
la pila eléctrica,
realizado por el italiano Alessandro Volta en 1800.
Veinte años más
tarde, se hizo por casualidad otro importante descubrimiento: mientras el
físico danés Hans Christian Oersted impartía una clase de física a sus alumnos,
empujó en forma accidental una brújula que se encontraba bajo un alambre
conectado a una pila, el cual conducía una corriente eléctrica continua o
directa: observó con asombro cómo la aguja realizaba un giro de 90°
para colocarse perpendicularmente al alambre.
Con ello se demostraba que éste, además de conducir
electricidad, generaba a su alrededor una fuerza parecida a la de un
imán, es decir, generaba un campo magnético; así se descubrió el
electromagnetismo. Poco tiempo después, el científico francés André Marie
Ampere (1775-1836), descubrió que el campo magnético podía intensificarse al
enrollar el alambre conductor en forma de bobina.
Este hecho condujo a Joseph Henry, el profesor
estadounidense, a realizar otro descubrimiento importante; se le ocurrió
recubrir con un material aislante a los alambres y los enrolló alrededor de una
barra de hierro en forma de U. Luego los conectó a una batería y observó que la
corriente eléctrica magnetizaba al hierro y cuando la corriente dejaba de
circular entonces desaparecía el campo magnético de la barra de hierro. Se
había descubierto el electroimán, pieza fundamental de los motores eléctricos.
En 1821 Michael Faraday construyó el primer motor
experimental. Para ello suspendió un alambre sujeto por un soporte, de tal
manera que cada extremo quedase sumergido en un depósito de mercurio con un
imán en el centro. Cuando se hace pasar corriente, cada extremo del alambre se
mueve en círculos alrededor del imán.
Después del motor de Faraday se construyeron varios
tipos de motores eléctricos que funcionaban con baterías y eran utilizados para taladros,
tornos o prensas de impresión. Sin embargo eran muy costosos y requerían de
baterías muy grandes. Fue hasta 40 años después cuando el Ingeniero belga Théophile
Gramme (1826-1901), construyó el primer generador eléctrico o dinamo capaz de
transformar la energía eléctrica.
Dado que los primeros motores utilizaban baterías
productoras de corriente continua, todos los generadores de esas fechas
producían ese tipo de corriente. No obstante, el tiempo habría de demostrar que era
más rentable generar corriente de alto voltaje y después transformarla en otras
de menor tensión. En virtud de que los transformadores sólo utilizan
corriente alterna, en poco tiempo desapareció el generador de corriente
continua para darle paso a escala industrial, al de corriente alterna.
En 1888 Nikola Tesla inventó el motor de
inducción, el cual funciona con corriente alterna y cuyos usos actualmente
son muy amplios en diversos aparatos eléctricos, como son: lavadoras,
licuadoras, ventiladores, refrigeradores, tornos, bombas, sierras, taladros,
entre otros. El físico ruso Heinrich Lenz (1804-1865), se especializó en la
inducción eléctrica y estableció una ley que lleva su nombre, en la cual se
afirma: una corriente inducida por fuerzas electromagnéticas siempre
produce efectos que se oponen a las causas que lo producen.
A fines del siglo XIX los científicos reconocieron
la existencia de las ondas electromagnéticas y las llamaron ondas
hertzianas como un reconocimiento a éste físico alemán. Así concluimos
que el efecto magnético de la corriente y la inducción electromagnética han
revolucionado a la ciencia, pues dieron origen a un área muy importante de la
física llamada electromagnetismo. Al aplicar sus principios y las
leyes a escala industrial, se ha logrado un gran avance tecnológico: la electrificación
del mundo